Almacenaje de alfombras

Mantenga su alfombra enrollada, preferiblemente en un lugar fresco y seco. Evite los sótanos y áticos, ya que estas zonas suelen atraer insectos. Puesto que las alfombras están hechas de materiales naturales y no contienen toxinas, hay un aumento del riesgo de plagas. Evite la exposición prolongada de las alfombras a la luz solar directa, ya que esto puede les hará perder su color.

Enrolle cuidadosamente la alfombra, con el pelo hacia el interior, y si posible con un tubo de cartón para evitar arrugas. Coloque unas cuantas bolas de naftalina para protección extra contra insectos. A continuación, anude un par de bandas alrededor de la alfombra para que no se desenrolle. Empaquete la alfombra, a ser posible en un par de grandes bolsas de plástico y selle bien los extremos con cinta adhesiva. Desenrolle la alfombra por lo menos cada tres meses para aspirarla. También debe inspeccionar a fondo el pelo de la alfombra para asegurarse de que ningún insecto aparecerá. Coloque unas cuantas bolas de naftalina, ya que su efecto disminuye con el tiempo.

Bajo ninguna circunstancia la alfombra debe exponerse a la humedad o mojarse una vez enrollada para el almacenaje. Además la alfombra no debe almacenarse en posición vertical, ya que esto podría dar lugar a que pierda su forma. Si tiene que almacenar su alfombra en un sótano, evite colocarla directamente sobre un piso de cemento que podría estar húmedo, colóquelo sobre unas tablas para mantenerla alejada del cemento.

Nota: una alfombra instalada en el suelo no será atacada por insectos.

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